CONTROVERSIA

            A la administradora de una empresa familiar de la provincia de Córdoba, el director de una importante entidad bancaria con la que habitualmente trabajaba (cuentas corrientes, avales, pólizas de crédito) le ofreció unos documentos para que los firmaran en nombre de su empresa; explicándole que era producto “muy ventajoso” para su negocio, ya que se trataba de “un seguro” que la protegería de las más que probable subida del Euribor. Además le indicó a la Sra. que dicho producto no tendría coste alguno para su empresa.

            A partir del año de la firma del producto con el banco, se le fueron realizando por este, cargos en la cuenta de la empresa hasta alcanzar los 29.800 €. Ante esta desagradable sorpresa la administradora, solicitó de forma insistente la cancelación de lo que el banco llamó “seguro ventajoso”. Después de meses de reiteradas solicitudes de cancelación del producto, ante la más absoluta indignación por parte de la clienta, cuya solicitud de cancelación la basaba en el total desconocimiento del producto que le habían ofrecido y precisamente en una entidad en la que su empresa confiaba por la relación profesional mantenida en los últimos años, se le ofrece por parte del Banco la posibilidad de cancelación del producto, pero previo pago de 29.800 euros.

SOLUCIÓN

         Cuando contactaron con Kelsen, se pudo comprobar que el producto firmado, no solo tenía importantes omisiones materiales, sino que la comercialización del mismo no fue correcta, pues no le entregaron documentos informativos del producto, el banco aprovechó la confianza y relación cordial con nuestra representada y su nula formación financiera para ofrecer un producto financiero altamente complejo y muy lejos del “seguro ventajoso” ofrecido por el director. En base a estos argumentos del vicio del consentimiento el despacho interpuso demanda en el Juzgado de Primera Instancia.

ÉXITO

          Nos estimaron la demanda y se ganó el Juicio, el banco recurrió y Kelsen volvió a ganar en segunda Instancia ante la Audiencia Provincial de Córdoba, condenando al banco a la devolución de los 29.800 €, más los intereses y las costas (Minutas de abogado y Procurador) causadas a la empresa en primera y segunda Instancia.